Hay tantas variantes de este plato como familias que las preparan. Ésta es mi versión alternativa, arroz con leche de coco casera, cremoso y hecho a la manera de mamá.
Yo no fui una de esas niñas que comía juiciosamente de todo, al contrario, recuerdo que muy pocas alimentos me gustaban realmente, a excepción del “tetero”, que si recuerdo pedirlo cada vez que me despertaba todas las mañanas. Por fortuna eso cambió con el tiempo y muchísimo, hoy día y con frecuencia le doy la oportunidad a nuevos sabores, aromas y texturas. Uno de los platos que no toleraba en absoluto era precisamente el arroz con leche, recuerdo que me desagradaba la textura del arroz sumergida en esa crema con aroma y sabor a canela y vainilla… que loquita no? 😜
Hace unos meses le pedí a mamá me enseñara a preparar su versión de arroz con leche, sí, ese que detestaba y que ahora intuía que me encantaría. Fue muy explícita en recordarme cómo le gustaba a ella: aguadito, cremocito y bajo en azúcar; lo preparamos y efectivamente me cautivó, tanto, que en casa estuvo presente en el menú de dos meses seguidos… creo que me desquité de lo que me había negado a disfrutar de pequeña.
El único detalle es que la versión de mamá incluye leche en polvo completa y pienso que es su secreto para lograr esa cremosidad que seduce... curiosamente tenía leche en polvo colombiana de muy buena calidad, pero como todo en la vida, todo tiene su final.
Encontrar cualquier tipo de leche en mi país es una odisea, decir que es un producto escaso ya es redundar. Lo que sí es preocupante es la cantidad de productos lácteos que han aparecido en el mercado, a los que llamo “leches de mentiritas”, basadas en mezclas de casi cualquier cosa para que se vea y tenga una sabor más o menos decente y que en muchas ocasiones son menos asimilables que un producto lácteo real.
Frente a esa situación ¿cómo hago mi arroz con leche?... pensé que algo que podría funcionar era la leche de coco cremosa hecha en casa… y así fue. Por un lado, sabía exactamente lo que estaba incorporando y además tenía el contenido graso requerido en la preparación.
Algunas claves que identifiqué del proceso de mamá:
- Utilizar una arroz blanco de grano redondo corriente: ese que si lo no lo preparas adecuadamente resulta en un “mazacote" horrible?, bueno ese!. La idea es que el grano se ablande lo suficiente y libere la mayor cantidad de almidón posible para que sume a la cremosidad deseada.
- Incorporar el azúcar al final del proceso: ella dice que el azúcar endurece el grano. Por lo general me gusta conocer los por qué detrás de los procedimientos, pero esta vez, solo confío a ciegas sin contradecirla.
- Utilizar un producto lácteo con contenido graso: importante para que al mezclarse con el almidón del arroz, se logre una textura untuosa.
Esta receta está pensada para quienes les gusta el arroz con leche como a mamá: frío, cremoso, “aguatido”, nada empalagoso, con la variante en el tipo de leche y así es cómo se prepara…
Arroz con leche de coco casera.
Perfil: pudín a base de arroz y leche de coco, de consistencia untuosa, perfumado con canela, vainilla y corteza de limón.
Porciones: de 6 - 8 porciones, dependerá de la cantidad que sirvas.
Tiempo de Preparación: 50 minutos.
Ingredientes:
- 1/2 taza (100 grs.) de arroz blanco de grano redondo.
- 3 y 1/4 de tazas de agua.
- 1 ramita de canela.
- 1 trocito de corteza de limón verde.
- 1/4 y 1/8 de cucharaditas de sal.
- 1 taza de leche de coco cremosa (hecha en una proporción 1:1, mira cómo se prepara aquí).
- 45 grs. (3 cucharadas) de azúcar granulada (usé morena).
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
Elaboración:
1.- Lava el arroz con agua, cuela y lleva a una olla junto con las tazas de agua, la corteza de limón, la canela y la sal. Cocina a fuego medio entre 20 a 25 minutos, contados a partir del primer hervor. Mezcla frecuentemente el arroz de manera de estimular la liberación del almidón y evitar que se pegue del fondo especialmente en los últimos minutos. Sabrás que está listo cuando el arroz esté blandito y se haya formado una papilla bastante espesa.
2.- Incorpora la leche de coco, el azúcar, el extracto de vainilla y mezcla. Sigue removiendo y cocina por 5 minutos más para que se integren los ingredientes.
3.- Retira del fuego, transfiere a otro recipiente y coloca papel film tocando la superficie para que no forme costra. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente.
4.- Lleva al refrigerador. Allí su consistencia se tornará más densa.
5.- Sirve en porciones y espolvorea canela en polvo o coco deshidratado.
Y tú ¿cómo preparas el arroz con leche?
Nos leemos pronto ❤️,
Ninoska
Se ve genial!!!
ResponderEliminarUn saludito
Suuuuper cremoso te quedó!!!!! ideal para estos días de semana santa!!! muy buen sustituto de la desaparecida leche en polvo!!!!
ResponderEliminarNinoska este postre tan casero siempre acompaña las cocinas del mundo, creo que hace parte de muchos países y siempre es una delicia verlo así tal cual, cremoso, delicioso!!. Tu versión aprovechando la leche de coco casera te digo que me recuerda el arroz con leche al estilo brasileño, porque lo hacen con leche de coco también (pero eso sí, la diferencia es profunda porque el tuyo es con leche de coco natural y el sabor por más que sea difiere y me gusta más la versión natural). Las mamás si que saben de secretos, este fin de semana Mr.G en su regreso de viaje me preparó el arroz con leche que hace mi madre, no sé pero él lo hace tal cual sin saltarse nada y le queda delicioso, uno de los secretos es removerlo de tanto en tanto, con cuchara de palo y no deja que ni lo mire cuando lo hace. Me encanta tu versión Ninoska, un beso grande!
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