Pappardelle de calabaza con mantequilla de salvia, queso ricotta y pecorino

Pappardelle Caseros

Desde hace algunas semanas no tenía harina común y es que desde que comencé hacer pasta fresca, entre practicas y experimentos acabé con la reserva en un santiamén... pero recientemente una vecina le suministró a Edgar un paquete a cambio de otro producto que ella necesitaba... un trueque de alimentos. Frente a eso, mi primera reacción fue pensar en todos los juicios que los venezolanos tenemos acerca de tal práctica. Seguidamente, una vez que me dejé atrapar por el miedo que genera la escasez, vislumbré escenarios catastróficos y dramáticos que es lo naturalmente cuando se piensa desde esa emoción.

Cuando me percaté de la locura que había en mi cabeza me dije ¡Relax!... y me conecté con la posibilidad de continuar con mis espacios para experimentar, que son momentos en los que no solo cocino, sino que juego y me divierto con recetas, fórmulas que despiertan o no nuestros sentidos... todo depende de cómo resulten. 😜

En muchas ocasiones nuestros requerimientos son cubiertos de formas o maneras que pocas veces consideramos, o simplemente no son las más deseables según nuestros filtros o percepciones.... esto no es más que nuestro hábito de control que insiste en CONTROLAR lo que no está a nuestro alcance, perdiendo el CONTROL de nosotros mismos... una paradoja. En su lugar, podemos ver la oportunidad para detenernos, aceptar (no es resignación) y soltar... dejar que fluyan los procesos y confiar en la sabiduría superior que sabe lo que hace.

Lo que sí CONTROLÉ fue la preparación de estos Pappardelle, una pasta tipo cinta mucho más ancha que los tallarines, con un aspecto rústico y suculento que me encanta.

Pappardelle de calabaza hechos en casa

Me animé a incorporar a la masa una buena proporción de puré de calabaza con relación a la cantidad de harina, de manera que éste ingrediente tan noble tuviera el protagonismo que merece. También añadí cúrcuma para potenciar el color y aprovechar sus maravillosas propiedades y algo de pimienta negra.

Es una masa delicada, aromática, pero nada complicada de trabajar... solo hay que cuidar la humedad del puré para no sobre-hidratar la masa.

Pappardelle de calabaza, cúrcuma y pimienta

Este tipo de pasta saborizadas y aromatizas, me gusta acompañarlas con elementos sencillos que no saturen ni compitan con ella. Es por ello que solo combiné salvia, una hierba que recién comencé a utilizar en preparaciones dulces y que me tiene realmente cautivada; un queso ricotta casero, que también recién aprendí a prepararlo y al que sólo le falta algunos ajustes mínimos para tropicalizarlo... y por supuesto el queso curado que no puede faltar... pecorino porque fue el único que conseguí. 😝

Pappardelle de calabaza, cúrcuma y pimienta

Pappardelle de calabaza, cúrcuma y pimienta

Si quieres saber más detalles sobre cómo hacer pasta fresca en casa, haz click aquí.

¡Espero lo disfrutes tanto como yo!


Pappardelle de calabaza (auyama) con mantequilla de salvia, queso ricotta y pecorino
Perfil: Pasta fresca aromatizada y enriquecida
con calabaza, pimienta y cúrcuma.
Porciones: rinde 340 grs. De 2 a 3 porciones.
Tiempo de preparación: 30 minutos.

Ingredientes:

para la pasta fresca:
- 200 grs. de harina de trigo común (todo uso).
- 70-75 grs. de calabaza (auyama) asada hecha puré.
- 56 grs. de huevo batido (1 huevo mediano).
- 1 cucharadita de cúrcuma en polvo.
- 2 grs. de sal.
- 1 gr. de pimienta negra recién molida.
- Harina extra para espolvorear.

para la mantequilla de salvia:
- 1 cucharada de mantequilla con o sin sal (según tu preferencia).
- 1 cucharadita de aceite de oliva.
- 1/8 de taza o 15 de hojas de salvia fresca.

para acompañar:
- Aprox. 40 grs. de ricotta fresca por persona.
- Queso pecorino o el de tu preferencia en escamas o rallado.

Elaboración:

Pappardelle:
 1.- Pica en trozos la calabaza, retira la concha y cúbrelos con papel de aluminio. Hornea de 30 a 45 minutos a 180 °C (356°F), hasta que los trozos estén blandos. Retíralas del horno y tritúralas hasta formar un puré. Si observas mucha humedad, cuela el puré para extraer el exceso de agua.

2.- En un recipiente o bol agrega la harina y forma un hueco o "volcán" con la mano. Incorpora los 70 grs. de puré, así como el resto de los ingredientes: el huevo, la cúrcuma, la sal y la pimienta. Mézclalos hasta obtener una bola de masa homogénea y transfiere a una superficie enharinada para completar el proceso de amasado sin trabajarla en exceso (aprox. 5 minutos o menos). Si luego del amasado observas que la masa aún está muy seca, agrega los 5 grs. de puré restante... la masa debe quedar densa, nada pegajosa y los ingredientes deben estar bien integrados.

3.- Coloca la masa en un recipiente, tápala y déjala reposar a temperatura ambiente mínimo 30 minutos y máximo 2 a 3 horas.

4.- En una superficie enharinada corta la masa en 2 o 3 trozos para trabajarlos de uno en uno. Cubre el resto para que no se seque.

5.- Formado:
  • Estira el trozo de masa ligeramente con las manos. Coloca los rodillos de la maquina en el número que corresponda con la mayor apertura y pasa la masa. Espolvorea la masa, dóblala a la mitad y vuelve a repetir la operación hasta que observes que la misma esté suave y lisa (yo lo hice solo tres veces). 
  • Coloca los rodillos en el numero siguiente de menor apertura, espolvorea la masa con harina y pásala por la maquina. Repite esta operación hasta que obtengas el grosor deseado. Yo lo dejé en el número 4 con un grosor aproximado de 1,5 mm.
  • Si la lámina de masa es muy larga, córtala de 20-30 cm. de manera que te facilite los procesos subsiguientes.
  • Corta tiras de 2 cm. de ancho (yo utilicé una regla y el cortador de pasta), espolvorea harina sobre ellas y coloca los pappardelle estirados sobre un paño de cocina limpio para que se sequen un poco antes de su cocción. (al menos una hora).
  • Repite el proceso con el resto de los trozos de masa.

6.- Cocina los pappardelle en agua con sal y remueve para evitar que se peguen (tal como haces con cualquier tipo de pasta). El tiempo dependerá del grosor de la pasta. Yo los dejé 4 minutos para una textura "al dente".

Mantequilla de salvia:
1.- En un sartén pequeño, funde la mantequilla junto con el aceite a fuego bajo. Incorpora las hojas de salvia y cocina lentamente para que suelten todo su sabor. Notarás que está lista cuando las hojas estén ligeramente crocantes.

Para servir:
1.- Mezcla los pappardelle con la mantequilla, sirve las pociones y agrega los dos tipos de quesos según tu preferencia.

Conservación: Si no vas a consumir los pappardelles el mismo día de su preparación, almacénalos en en el congelador o déjalos secar para luego transferirlos al refrigerador por un máximo de 3 días.

2 comentarios

  1. Que combinación tan buenaaaa ... el sabor y aroma de la salvia es increible y la mantequilla realza su sabor y perfume!!! Se ven riquiiiiisimos tus pappardelle!!!!!

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    Respuestas
    1. Tal cual Melba, la salvia es espectacular y nada invasiva.

      Besitos!

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